Demian llega a Yaab donde conoce a Itayetzi, una hermosa jovencita maya. Él pergeñó un Plan Maestro para poseer la idílica isla. Suma colaboradoras, algunas forman parte de su poliginia y dirigen el emprendimiento hotelero, gastronómico, e industrial que Demian crea.

En esta trama envolvente, conmovedora y muy ágil, se pueden descubrir tres de los Pecados Capitales: la gula, descripta en interminables encuentros donde se detallan exquisitas comidas. La codicia, vista como el deseo vehemente del protagonista de «adueñarse» a cualquier precio de la isla, tal vez con el afán de compensar su alma desposeída de sentimientos.

La lujuria, que solo es posible vivir en este «poliamor» entre Demian y su clan de mujeres bellas y audaces.

En todo están los aluxes, esos espíritus mitológicos mayas que custodian la corporización de un milenario escrito. La forma humana del cuento sagrado se debería cumplir a través de Demian e Itayetzi.

Solo llegando al desenlace se sabrá si Demian encuentra su satisfacción «poseyendo» el amor o dejándose llevar por su codicia sobre los bienes materiales.